El Grupo Ávila, preocupado por la conducta del gobierno y los
acontecimientos políticos de los últimos días, expresa su repudio a la escalada
de persecución ilegal y antidemocrática, y las flagrantes violaciones de los
derechos humanos, que poco contribuyen al necesario clima de sosiego que
debería imperar en el crucial momento electoral actual.
En medio de una insostenible crisis política, económica y fiscal y
ante unas elecciones municipales que se celebran a menos de ocho meses de la
controvertida elección presidencial de abril de 2013, el régimen de Nicolás
Maduro ha puesto a un lado cualquier posibilidad de diálogo y entendimiento con
la oposición democrática y acentúa el camino de la persecución judicial, la
represión y el autoritarismo, sumiendo así al país en una peligrosa espiral de
violencia.
A los emblemáticos casos de violaciones de los Derechos Humanos de la
Juez Afiuni y del Comisario Iván Simonovis, se han sumado en los últimos días
graves hechos de violencia política tales como: el asesinato de un candidato de
la UNIDAD a concejal en el Distrito Mara del Estado Zulia; los ataques con
bombas incendiarias contra el vehículo del gobernador Henrique Capriles y las
agresiones al Diputado Miguel Cocchiola, en los Estados Aragua y Carabobo, así
como el secuestro del general Ramón Lozada Saavedra, asesor de la Comisión de
Asuntos Agroalimentarios de la UNIDAD.
A estos hechos violentos, imputables a grupos afectos al oficialismo y
promovidos desde el poder mediante una sistemática propaganda de odio y de
violencia verbal dirigida a predisponer a un sector de la población contra
otro, se añaden también otros abusos del gobierno, tales como el decretar el 8
de diciembre como el “día de la lealtad a Chávez”, un grosero acto de
intimidación proselitista; la arbitraria detención del coordinador nacional de
giras del gobernador Capriles; la inhabilitación del candidato de la UNIDAD a
alcalde por el municipio Baruta; la pretendida maniobra judicial contra el
Alcalde Metropolitano y candidato a la reelección Antonio Ledezma; y las falsas
acusaciones de irregularidades administrativas contra Henry Falcón, Gobernador
del Estado Lara.
No menos preocupante resulta la profundización del discurso oficial
insultante, encaminado a generar odio, división y violencia, para exponer al
escarnio público, sin el más mínimo fundamento, a líderes opositores
democráticos, a los representantes de los productores y comerciantes, y en
general al ciudadano común que no comulgue con la particular visión ideológica
gubernamental.
Los hechos antes referidos revisten tal gravedad que incluso la propia
Comisión Interamericana de Derechos Humanos se ha visto obligada a expresar su
profunda preocupación por los mismos y su convicción de que en el marco de una
campaña electoral esa conducta persigue producir un efecto amedrentador frente
a las expresiones críticas o disidentes de las personas que las autoridades
consideran como opositores políticos.
El errado camino emprendido por el oficialismo, como salida a la
desmoralización y el desespero que impera en su seno por la acelerada pérdida
de su sustento popular, pareciera augurar tiempos de mayor persecución,
represión y violencia del oficialismo en Venezuela, por lo que hacemos un
llamado a la comunidad democrática internacional a estar particularmente atenta
al acontecer político venezolano durante la presente coyuntura.
Caracas, 4 de diciembre de 2013
El Grupo Ávila, creado en mayo de
2005, está integrado por: Milos Alcalay; Pedro Pablo Aguilar; Rodrigo Arcaya;
Erik Becker Becker; María Teresa Belandria; Carlos Bivero; Jocelyn C. Henríquez
Schemel; Guillermina Da Silva; Sadio Garavini Di Turno; Fernando Gerbasi;
Beatríz Gerbasi de Drastrup; Edmundo González Urrutia; Rafael Hernández; Emilio
Nouel; Rosario Orellana Yépez; Alexandra París Parra; Norman Pino De Lion;
Adolfo P. Salgueiro; José Ramón Sánchez; María Teresa Romero; Maruja Tarre; y
Adolfo R. Taylhardat.