sábado, 25 de marzo de 2017

Declaración del Grupo Ávila: Por el rescate de la institucionalidad democrática y el estado de derecho en Venezuela

El 14 de marzo pasado, el Secretario General de la OEA (SG), Luis Almagro envió al presidente del Consejo Permanente (CP) una actualización de su informe sobre el deterioro de la democracia en Venezuela, sometido a la consideración del CP en mayo de 2016, en ejercicio de la potestad que le confiere la Carta Democrática Interamericana (CDI) y con el fin de que los Estados Miembros realizasen una apreciación colectiva de la situación y emprendiesen las acciones que considerasen necesarias, en la cual hace un exhaustivo examen del agravamiento de la situación política, económica y social venezolana, llamando de nuevo a examinarla y a adoptar las medidas necesarias, en vista de la ausencia de resultados positivos tras las gestiones y acciones emprendidas por representantes del gobierno venezolano, la oposición y la comunidad internacional.

La precisión de los hechos expuestos en el nuevo informe permite determinar con total claridad las características del régimen que gobierna a nuestro país de manera inconstitucional, contrario al Estado de Derecho –al extremo de señalar su inexistencia-, con total desconocimiento de la independencia de los poderes públicos y una gestión administrativa calificada como corrupta y altamente ineficiente, que da como resultado un país abandonado, empobrecido, con lamentables carencias en salud, alimentación y seguridad.
El nuevo informe expresa que ninguna de las recomendaciones anteriores ha sido tomada en cuenta y pone de manifiesto la profundización del deterioro del estado de la democracia y los derechos humanos, además del agravamiento de la ya crítica situación de abastecimiento de alimentos y medicinas, presagio de una crisis humanitaria sin precedentes en la región, a pesar de los esfuerzos realizados mediante un infructuoso diálogo.

En vista de ello, el SG estima que los mecanismos previstos en la CDI para el restablecimiento del orden democrático han sido agotados y que de no hacer el gobierno venezolano un llamado a elecciones generales en un plazo perentorio, los países miembros deberían tomar la decisión de suspender a Venezuela de la Organización, como medida de presión adicional para lograr su retorno a la normalidad democrática.

Como quiera que el gobierno nacional no ha rebatido las afirmaciones contenidas en el nuevo informe y se ha limitado a descalificar al SG, y que las diferentes declaraciones oficiales se orientan más bien a desdeñar la importancia de nuestra participación en la OEA, antes que a reconocer la existencia misma de una grave crisis que exige acciones concretas e inmediatas, la urgencia planteada por el SG en su informe de convocar a elecciones, como el mejor y más democrático camino para recuperar la vigencia del estado de derecho y la democracia, reviste la mayor importancia.

En el lapso entre ambos informes, los venezolanos hemos sido testigos de la arbitraria obstaculización de la solicitud de un referendo presidencial y de la posposición sine die de las elecciones regionales de gobernadores, ambas previstas en la Constitución, lo que constituye una conculcación del derecho constitucional de los ciudadanos a revocar y elegir sus mandatarios y significa además un grave retroceso en el ejercicio efectivo del derecho a vivir en democracia.

La compleja situación nacional se complica aún más con la persistencia de numerosos presos políticos, la inflación irrefrenable y la escasez y el desabastecimiento de bienes de todo orden, a lo cual se añaden el deterioro institucional generalizado del sistema judicial y el continuado irrespeto a las decisiones de la Asamblea Nacional, asiento de la más genuina voluntad popular.

Aunque consideramos que aún existen espacios para agotar las gestiones diplomáticas y los buenos oficios contemplados en la CDI, como podría ser la implementación de un Grupo de Amigos, coincidimos con el planteamiento de que solo mediante la celebración de elecciones que permitan entre otras cosas renovar los poderes del Estado venezolano a la brevedad posible, se podrá avanzar en la recuperación de la democracia.

Hacemos por ello un nuevo y urgente llamado a los gobiernos del hemisferio para que actúen como catalizadores del proceso de recuperación de la democracia en Venezuela, en concordancia con los inmanentes principios y valores universalmente compartidos del respeto a la libertad, la democracia y los derechos humanos, convencidos de que solo mediante su plena vigencia y observancia podrán nuestros pueblos convivir y progresar en paz.

Los integrantes del Grupo Ávila, al extender su agradecimiento a Luis Almagro por su preocupación y constante atención sobre la gravísima problemática que sufre el pueblo venezolano, exhorta a los Estados miembros de la OEA, 14 de los cuales ya se han pronunciado al respecto, para que en sesión del CP, examinen los informes presentados, efectúen una apreciación colectiva de la situación planteada y adopten las decisiones que consideren pertinentes para encontrar una solución pacífica y electoral a esa crítica situación.

Finalmente, exhortamos a la sociedad civil organizada, a la academia, a los gremios profesionales, a los estudiantes, a los trabajadores y a la ciudadanía en general a respaldar las acciones de la comunidad internacional dirigidas al rescate de la democracia en el país, solo posible mediante la recuperación de su elemento más esencial, el derecho a votar.

Caracas, 24 de marzo de 2017

El Grupo Ávila es una agrupación informal, compuesta por diplomáticos, analistas políticos, profesores universitarios e investigadores en las áreas de relaciones internacionales y las ciencias sociales, preocupados por el acontecer internacional y nacional.


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