Chávez contra Cháv

Fernando Gerbasi

El Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, alcanza el reconocimiento y respeto de la comunidad internacional, no sólo como líder de Venezuela sino también en el ámbito latinoamericano, a lo largo de 2006. Ello se vio fortalecido por los resultados obtenidos durante las elecciones presidenciales del pasado 3 de diciembre, lo que confirmaba, ante los ojos extranjeros, su apariencia democrática.

Pero al interpretar ese mismo triunfo electoral como un mandato popular para profundizar y radicalizar el proceso revolucionario puesto en marcha en 1999, la percepción de la comunidad internacional sobre sus convicciones democráticas ha comenzado a dar un giro de 180 grados. La aprobación de la ley habilitante, que de forma amplia y autoritaria le da plenos poderes, ha dejado al descubierto su sed de poder absoluto y permanente.

Sin la acción de la oposición venezolana, el mundo ha reaccionado  de manera negativa y condenatoria frente a lo que está ocurriendo en nuestro país. Veamos algunos ejemplos.

El periódico El Expreso, de Suecia, anuncia “Ha nacido un Dictador.
Ahora Chávez cerró la última puerta hacia la democracia”…
“Hugo Chávez parece cada vez mas decidido a seguir los mismos pasos de todos los dictadores de izquierda que han existido antes que él.”

La Nación de Costa Rica, señala en su editorial del 05/02/2007: “La "ley habilitante", ya en vigencia, consolida el proceso autoritario. …….frente a esta escalada, lo menos que puede hacer la comunidad internacional, especialmente latinoamericana y, sobre todo, el Mercosur, es ubicar, sin ambigüedades, el régimen de Hugo Chávez en la categoría a la que pertenece: la del autoritarismo a punto de adoptar la dictadura.”

El principal rotativo alemán de centroizquierda Suddeutsche Zeitung, consideró motivo de preocupación que el "todopoderoso" presidente venezolano Hugo Chávez recibiera poderes especiales con la nueva Ley Habilitante.

El cotidiano español El País, en su editorial del 02/02/2007, escribe: “Con la Ley Habilitante, el Parlamento venezolano ha otorgado al presidente Hugo Chávez poderes casi dictatoriales, contrarios a todo concepto de división de poderes.”

Por su parte, el diario ABC, también español, subraya en su editorial del mismo día lo siguiente: “El mecanismo de la llamada «ley habilitante» es formalmente legal, pero su uso exagerado y claramente injustificado suscita serias dudas sobre la condición democrática del Gobierno de Hugo Chávez.”

Pero la más fuerte y grave critica, fue sin lugar a dudas, la declaración del presidente de Costa Rica y Premio Nóbel de la Paz 1987, Oscar Arias, quien afirmó: “Hay una diferencia sencilla entre un dictador y un demócrata: si el demócrata no tiene oposición su deber es crearla, mientras que el sueño del dictador es eliminar toda oposición”.

En definitiva, Chávez, en su ansia de poder no está midiendo las consecuencias que sus acciones pudieran acarrearle frente a la comunidad internacional, que hasta ahora ha tenido ante sus desmanes y actitudes iconoclastas, una postura condescendiente, facilitada, en muchos casos, por la transferencia amistosa de petrodólares.