domingo, 23 de octubre de 2011

Etanol versus petróleo

Fernando Gerbasi



Una de las líneas maestras de la política exterior del Presidente Hugo Chávez  ha sido la de fortalecer la soberanía nacional y promover el mundo multipolar. Este último concepto tiene, a través de la lectura de las declaraciones oficiales, múltiples y variadas interpretaciones, pero,  significa ante todo, la lucha contra el imperialismo, entiéndase los Estados Unidos, a través de la denuncia del neoliberalismo y su derivado la globalización y la conformación de alianzas geopolíticas y geoestratégicas con países fuera de nuestra área normal de influencia.

En su enfrentamiento con los Estados Unidos, Chávez ha tenido dos elementos importantes a su favor. Los altísimos precios internacionales sostenidos del petróleo que le producen ingentes ingresos en divisas cuyo destino no es  controlado por los órganos competentes y un Presidente de los Estados Unidos de América que esta en su más bajo nivel de popularidad y con un alto rechazo internacional, como resultado de la invasión a Irak. Consecuentemente, ha  utilizado, en todos los foros nacionales o internacionales,  un lenguaje descompuesto, grosero, altisonante frente a Bush que ha recibido por respuesta un silencio provocador y estimulante para seguir adelante con esa perorata. Poderoso señor Don Petróleo.

Empero, las últimas declaraciones de los principales voceros norteamericanos, comenzando con el propio presidente Bush, indican un cambio fundamental en la actitud y política de ese país frente al gobierno Chávez. Los desencadenantes han sido, en parte, la adopción de la Ley Habilitante y por la otra, la conciencia que Chávez si representa un peligro real para la economía estadounidense así como para la paz y estabilidad regional e internacional.

Este cambio de política frente a nuestro país, que incluso abarca la salida anticipada del Embajador William Brownfield y su sustitución por Patrick Duddy, sobre el cual existen pocas referencias,  va acompañado de la búsqueda de nuevas alianzas energéticas y económicas. De ahí la anunciada gira del presidente Bush por algunos pero importantes países suramericanos y centroamericanos. Independientemente de que sea una gira de despedida como la califican algunos, no deja de tener su relevancia si se toman en cuenta también las crecientes críticas que contra la política exterior del presidente Chávez emergen del congreso norteamericano, ya sea de parte de los demócratas como de los republicanos.

 En este contexto, Brasil puede pasar a desempeñar un papel de primera importancia y convertirse en el principal socio energético para los Estados Unidos en muy pocos años. Ambos países generan, en conjunto, el 70% del etanol que se produce en el mundo y parecer ser éste el nuevo biocombustible sobre el cual se tratara de construir la independencia norteamericana del petróleo y sus nuevas alianzas geoenergéticas. De concretarse este trascendente acercamiento entre Brasil y los Estados Unidos, en materia de etanol, ello podría dar lugar a significativos acuerdos comerciales futuros, tipo un TLC y, a un mayor entendimiento entre estos dos países en materia de comercio internacional que podría contribuir a destrabar las llamadas Negociaciones de Doha. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario